Gaudí y La Casa De Los Huesos
“El gran libro, siempre abierto y que hay que esforzarse en leer, es el de la naturaleza”
Antoni Gaudí
Arquitecto
La naturaleza para Gaudí fue siempre una fuente de inspiración y sobre todo de estudio de sus estructuras y funciones biológicas. Ejemplo de este biomimetismo que tanto profesó Gaudí se puede contemplar en la Planta Noble de la Casa Batlló donde, desde el diseño de sus techos y pomos hasta la forma de su chimenea responden a formas derivadas de elementos de la naturaleza.
Biomímesis (de bio, vida y mimesis, imitar) es la metodología que relaciona el estudio de la naturaleza para replicar sus formas y estructuras en el campo del diseño.
Debido a los problemas articulares que Gaudí sufría desde bien pequeño, pasó largas temporadas en el campo, lejos de la escuela y aprendiendo en un entorno natural que se convertirá en clave de su obra.
Otro singular techo que remite al agua es el situado en el comedor privado de los Batlló que da al patio interior, donde Gaudí imita las ondas que se reproducirían al caer una gota de agua en una superficie.
Pero las líneas sinuosas de la Casa Batlló y la ausencia de líneas rectas hacen que parezca más un organismo vivo que un edificio, donde no sólo se mimetizan efectos del agua y del aire, sino también elementos más tangibles como las formas de los huesos de las piernas y los pies en las columnas de la tribuna, que han acabado por darle a la casa el sobrenombre de la “Casa de los Huesos” o elementos que remiten a los campos de la micología, la zoología o la botánica.
Este espacio evoca un ambiente submarino que transporta al mundo fantástico de Julio Verne, con lucernarios que parecen caparazones de tortuga, paredes abovedadas de formas sinuosas y una espectacular escalera de madera. Su pasamanos, tallado en madera noble, representa el espinazo de un gran animal que se eleva por huecos imposibles.
Un bello ejemplo de simbiosis con el mundo de la micología es la chimenea en forma de seta ubicada en el antiguo despacho del señor Batlló.
Si nos adentramos en el ámbito de la zoología observamos como las columnas del ventanal de la Tribuna parecen los huesos de un gran murciélago con las alas desplegadas, pero también nos encontramos con lucernarios que parecen conchas de tortugas y pomos que se tuercen como caracoles.
Superficies torcidas que además nos remiten al campo de la botánica, a las ramas de un árbol, a las hojas de una flor.
La Casa Batlló de Gaudí tiene a personas autistas y con TDH para atender a los clientes
La Casa Batlló de Gaudí tiene a personas con autismo (TEA), TDH y también dislexia para atender a sus visitantes. De la misma forma, se encargan de garantizar la calidad de la experiencia.
En un comunicado, destacan que son la primera entidad cultural en el ámbito internacional en concretar un proyecto de estas características. Cuenta con la colaboración de la organización Specialisterne, que ponen en valor las características especiales de las personas con Asperger-TEA.
Romper estereotipos y miedos
El objetivo, según ha explicado Casa Batlló, es «abrir las puertas a personas con maravillosas cualidades y riquezas personales y profesionales que no gozan de las mismas oportunidades laborales». En la misma línea, Gary Gautier, director general de la entidad, ha destacado que » queremos desmitificar y dar visibilidad a la neurodiversidad, convirtiéndola en una fuente de empleo única en el sector cultural».
Se quiere poner sobre la mesa el hecho de que las personas neurodiversas también pueden realizar tareas de cara al público, «rompiendo miedos y estereotipos que tiene la sociedad frente a las personas con autismo, dislexia, dispraxia y otros trastornos”.