Immiza

Immiza

Hay una cruz altísima del lado izquierdo de la iglesia. Sin Cristo. Sale desde el piso y se eleva unos 70 metros.

Es de cemento, u hormigón. Simple y fria, como una señal de transito que avisa que en ese lugar se reza o como un aviso fúnebre.

Cruz Latina o cruz “immiza” también “capitana” o “romana”, si, hay todo un mundo de cruces. Es el símbolo del cristianismo, no solamente de la Iglesia católica (falta el cristo aca no se olviden).

La cruz inmiza era un elemento de cruxificcion una evolución de la cruz de commisa (con forma de T como la de Toro) Los romanos seguían mejorando sus cruces desde la cruz simplex, que simplemente consistía en un palo. Con el travesaño dividian la parte mas alta logrando así que la parte dividida tenga mas o menos el tamaño del brazo. Al colgar al reo de ahi, conseguían mas estabilidad y martirio mas duradero. Porque de eso se trata todo no?

Estabilidad y martirio. Culpa por estar bien. La iglesia parece estar para arrepentirnos por el goce nuestro de cada dia. Ahora que cerraron las iglesias por la pandemia los culposos andan rabiosos por no poder flajelarse al son de rosarios y ave marías. 

Cerrada. 

La iglesia que se ve al lado de esta cruz despojada del cristo, parece de las primeras, las “domesticas” o “primitivas”. Esos lugares donde se reunían los primeros cristianos. Los romanos los consideraban a estos gentiles una secta maléfica y supersticiosa que se reunía por las noches. Tertuliano, en su Apología contra los gentiles, escrita en el año 200, explica cuáles eran los delitos que la fama imputaba a los cristianos: 

“Que en la nocturna congregación sacrificamos y nos comemos un niño. Que en la sangre del niño degollado mojamos el pan y empapado en la sangre comemos un pedazo cada uno.”

Y sí, algo de esto se trata el sacramento que es la comunión: la ostia es el cuerpo de cristo y el vino la sangre, pero no como una metáfora o un símbolo. La Transubstanciación no es otra cosa que la “literalidad” en las palabras de jesus en la ultima cena, “este es mi cuerpo” “esta es mi sangre”. Y comieron y bebieron. Y esa conversion de la sustancia se produce por medio de la plegaria, del acto de enunciación “comer y beber porque este es mi cuerpo” repiten cada domingo en este ritual de la misa. 

Pero la iglesia esta cerrada. 

De cara a la ruta, en una esquina, con techo curvo podría ser parte de la próxima película de Ari Aster, el director de Mindsomar y Heredity.

El hábitat perfecto para ritos primarios de comedores de panes como cuerpos y tintos toros como sangre. En una bacanal de ostias rociadas con moscato. Hay algo de Baudelaire en todo exceso. ¿Y la transubstanciación no es la fe en su estado mas extremo? “Este es mi cuerpo” “coman de él” dice la bilbia mientras el nazareno les reparte pan y vino y ellos obedientemente comen y beben. Y lo seguirán haciendo.

Pensamiento Mágico. Le falta el “embriagaos de poesia, de vino o de virtud” de “Las Flores del Mal” pero la idea está. La palabra como transformadora. En el principio fue el verbo dicen también las escrituras. 

“Es por si acaso ustedes hoy, un publico respetable, pueden acaso beber el vino, por ustedes envasado” podría estar pintada con grafiti la puerta de esta iglesia en el barrio del sur de Mar del Plata

¿Donde se está repitiendo esta reunión en estos tiempos de pandemia? Porque dejar de comer y beber a cristo no debe ser nada fácil. 

¿En que casa del barrio estará Saturno deborando a su hijo? 

Mariana López

Hacer Foco
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